Subida de puertos de Montaña:
A la hora de hacer frente a un puerto de montaña es necesario tener en cuenta las posibilidades de nuestro vehículo evitando en la medida de lo posible provocar sobreregímenes y llevando una velocidad constante en marchas cortas. Se ha de utilizar principalmente la segunda velocidad alternando con tercera en los tramos con menos pendiente.
Bajada de puertos:
Bajar un puerto de montaña puede parecer más sencillo pero es más complicado y difícil que subirlo. Bajo ningún concepto bajaremos el puerto en punto muerto ya que el vehículo carecerá de freno motor (parte importante a tener en cuenta a la hora de descender). Una creencia común es que se ahorra combustible bajando en punto muerto, y no es así. Realmente se ahorra combustible teniendo engranada una velocidad sin acelerar, dejando que el vehículo baje por su propio peso (OJO: Tenemos que llevar una velocidad adecuada a las circunstancias del tráfico, de la carretera y de nuestro descenso o climatología). Al no llevar engranada la velocidad, abusaremos de los frenos provocando lo que se denomina "Fadding"; que consiste en un calentamiento del sistema de frenos del vehículo; provocado por una falta de ventilación adecuada y un uso prolongado. Esto conlleva la pérdida de potencia de frenado con el gran riesgo de quedarnos sin ellos.
La marcha idónea para bajar el puerto, en función de como sea, será la tercera velocidad, ya que nos permite tener controlado el vehículo a una velocidad constante sin sobrecalentar el sistema de frenado.
Evitar circular en marchas largas, ya que aumentaremos de forma considerable la velocidad de descenso y nos será más difícil controlar el descenso.
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