6/7/10

Técnicas de ahorro de combustible

La crisis económica y social que está sufriendo nuestro país nos deja un sabor agrio, y parece que cuando la situación no puede ir peor, se añade un nuevo problema o se agrava uno ya existente. En tiempos de recesión económica, de balances, de planes y medidas de rescate nos queda solo un pequeño consuelo... el barril de Brent sigue bajando y los precios de los combustibles que nos ofrecen las empresas del sector son notablemente más bajos que los de hace medio año, pero no proporcionales al precio del crudo actual, lo que me lleva a pensar en la cantidad de billetes de 500 euros que estarán acomodados en los bolsillos de los trajes de Armani de los intermediarios de un sector que nos guste o no..mueve el mundo

Sintiéndolo mucho por los aficionados al mundo de la economía y las finanzas, este no es el tema a desarrollar en este artículo, primeramente porque siendo sinceros, ni tengo los conocimientos necesarios para realizar un ensayo económico ni es la finalidad de este Blog. Centro del Viajero publicará artículos relacionados con el turismo, los viajes, los festejos de los pueblos y ciudades, naturaleza y medio ambiente y en esta sección de la que servidor se encarga, del mundo del automóvil, porque aún existiendo vuelos muy baratos, tarifas reducidas en trenes de largo recorrido y mil y un descuentos en cruceros increíbles el coche sigue siendo el medio de transporte universal para realizar ese recorrido mágico y tranquilo sin prisas por los rincones más atractivos de este planeta.

Vamos a entrar ya " en faena " y vamos a intentar dar una serie de consejos para ahorrar combustible y de paso obtener una serie de ventajas secundarias implícitas al ahorro económico.

Siempre nos han querido vender la idea de que un motor diésel siempre va a ser más económico que un motor que funciona con gasolina. Y es cierto pero no siempre. Si no se cuida la manera de conducir un diésel puede llegar a consumir hasta un 10 % más que un motor gasolina realizando conducción eficiente. Estas diferencias de consumo practicando una u otra conducción son mayores cuanto mayor es el tamaño del vehículo que conducimos.

Pero sin entrar en diferencias entre ambos motores vamos a ver las ventajas comunes a ambos :

El ahorro de combustible aporta ventajas claramente visibles. La primera, una de las que más nos afecta directamente es la economía de nuestro bolsillo y la segunda y que en los últimos años se ha comprobado mediante diversos estudios científicos, es conseguir haciendo caso de estos consejos reducir esas emisiones N0x que cada día van minando tanto nuestra calidad de vida como el entorno en el que vivimos.

Vayamos un poco más lejos. ¿ Qué finalidad tiene la conducción económica ? Obviamente la primera respuesta ya la hemos contestado en el párrafo anterior, pero esa no es realmente la finalidad más importante. Apoyándome en los siguientes argumentos descubriremos ventajas implícitas que pocas veces nos paramos a pensar :

Las prácticas que recortan el gasto de combustible nos enseñan a ser más prudentes y sensatos con el coche, y esto hace que nuestro nivel de seguridad aumente y el de las personas que nos rodean en la carretera. Si analizamos otro factor importante a tener en cuenta, el ruido, también sale ganando este tipo de conducción, ya que el nivel bajará considerablemente.

El bloque motor sufrirá menos, al trabajar en un rango de r.p.m menor con lo que alargamos la vida del mismo.
A continuación veremos cada uno de los momentos claves en la conducción de un vehículo :

Arranque :

Poner el coche en marcha consume energía, pero, a diferencia de lo que la gente suele creer, lo hace de forma muy controlada: la gestión electrónica sabe lo que debe inyectar y pone en marcha el motor con el esfuerzo mínimo posible. Por esta razón, debemos siempre arrancar sin acelerar.

Si nuestro coche es Diésel, esperaremos cinco segundos antes de iniciar la marcha. Es el tiempo necesario para que la bomba del aceite engrase el motor. Sin en cambio si el coche es gasolina nos pondremos en marcha sin esperar nada, cada segundo que esperemos será un gasto inútil.

Una precaución a la hora de parar: en los coches turbodiésel es conveniente dejar el coche al ralentí un minuto. Gastaremos gasóleo, pero alargaremos la vida del turbo y, por tanto, evitaremos averías. A destacar que las averías relacionadas con los turbocompresores son costosas en la gran mayoría de los casos. Uno de los problemas que en los últimos años han ido agravándose está relacionado con la rotura del turbocompresor por una mala utilización. Desde aquí insto a los usuarios de vehículos turbodiésel a que desistan de practicar una conducción agresiva con cambios de marcha al corte de inyección, pensando que tienen entre sus manos un motor gasolina multiválvula, mucho más elástico y preparado para trabajar en altos regímenes.

Cambiar de velocidad.

Una de las cosas más importantes que tenemos tener en cuenta para conseguir ver resultados reales es prestar atención al cuentarrevoluciones . Esto es vital para cambiar, porque nos indicará en qué momento debemos hacerlo. También podemos guiarnos por el marcador de la velocidad, pero es menos preciso.

Debemos tener en cuenta que en las marchas más largas el coche avanza más por cada revolución del motor, con lo que se moverá más con menos esfuerzo energético. Este principio nos llevará a utilizar siempre la marcha más alta posible y abandonaremos las cortas tan pronto podamos.

Por regla general, en un motor de gasolina cambiaremos a una marcha superior entre las 2.000 y las 2.500 rpm. Si es Diésel, lo haremos entre las 1.500 y las 2.000 r.p.m.


D.L.

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